
¿Puede caber la democracia en una lotería? Fue en 2015, con la creación de los llamados “diputados tómbola”, que MORENA comenzó a utilizar el sorteo para elegir algunos de sus candidatos a puestos de elección popular. A pesar de tratarse de un método que conectaba con prácticas democráticas milenarias y planteamientos innovadores de la teoría política, el hecho fue recibido con una mezcla de sorpresa, escepticismo y burla. La reacción se repitió —con más vehemencia— luego del reciente proceso de insaculación que formó parte de la Reforma Judicial, en el que el uso del azar generó especial indignación.
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