La cuestión de si podemos usar la Inteligencia Artificial (IA) para mejorar la relación entre las sociedades y el medio natural se planteó, por lo menos, desde hace 40 años. Sin embargo, como ha sucedido con otras revoluciones tecnológicas, la estructura de las sociedades actuales hace que sea más probable que la IA contribuya a la destrucción de la naturaleza que a su (nuestra) conservación. Te invito a reflexionar conmigo y a ser testigo(a) de la década que definirá esta relación.
De eso escribe el director científico del laboratorio en Este País.

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